Cadena: Canal 24 Horas
Programa: La Mañana Informativa (Bloque 1)
Región: Región Metropolitana de Santiago
Inicio: 24/11/2025 09:45:42
Duración: 00:16:29
Audiencia: 1,11M
VPE: $ 1,48M
Tema: Universidad de Chile
Sentimiento:
Y vamos a otro tema, porque los alimentos ultra procesados pueden representar un problema de salud tan grave como, por ejemplo, el tabaquismo.
Así lo asegura un grupo de 43 expertos internacionales, quienes alertan sobre el peligro de los ingredientes que se utilizan en estos productos como aditivos y también sustancias químicas que tienen una mala calidad nutricional.
Queremos conocer más detalles sobre este tema y para eso vamos a tomar contacto con la doctora Camila Corbalán.
Ella es profesora titular del Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos de la Universidad de Chile.
¿Cómo le va? Bienvenida.
Buenos días, gracias por la invitación.
Gracias, Camila, gracias por estar con nosotros.
A ver, lo primero, una duda conceptual.
A ver si podemos explicar de qué estamos hablando cuando hablamos de alimentos ultra procesados, porque uno entiende los alimentos procesados.
Pero, ¿cuándo se convierten en algo ultra procesado? Se convierten en alimentos ultra procesados cuando le incorporamos mucho más desarrollo tecnológico y, en ese momento, los alimentos dejan de tener alimentos.
Son, en realidad, ingredientes, son aditivos y lo que queda de alimento en ese alimento, la verdad es que son trazas irreconocibles.
Y en este estudio que ustedes hacen que se publique en la revista The Lancet, lo comparan con el tabaquismo, que es algo bastante fuerte, sabiendo y conociendo el impacto que tiene el tabaquismo en la población a nivel mundial.
¿Por qué hacen esa comparación? ¿Cuáles son los efectos que lo asimilan a esto que es una adicción tan grande? Bueno, la comparación se hace porque la evidencia muestra que efectivamente hay respuestas al consumo de estos alimentos que son parecidas a las del tabaco.
Yo creo que a todos nos ha pasado que empezamos a comer papitas fritas o maní salado o cabritas en el cine y decimos, vamos a comer un poquito y terminamos comiéndonos todo el paquete, todo el bol de cabrita.
Eso, cuando lo estudiamos a nivel cerebral, al nivel de respuesta, la verdad es que asemeja bastante una adicción.
Ya, me queda dando vuelta.
Usted dice, por ejemplo, el maní con sal.
¿Sería un ultraprocesado un maní con sal? No entiendo qué es el maní al que se le ha añadido sal, pero hay maní al menos o no.
Quiero tratar de entender porque entiendo que lo mejor sería que comamos puras cosas naturales, pero a veces cuesta.
El maní con sal la verdad es que es un alimento natural, es procesado, no habría ningún problema.
El problema es que en verdad, como bien dices tú, nosotros no comimos el maní con sal, sino que comemos un maní que tiene además agregado unas que son industrializadas, que tienen aditivos, que además se promociona extensamente.
Y entonces, en particular, por ejemplo, los niños ven un montón de propaganda de estos productos y resulta que quieren comprar esos productos y quieren comerlos y comerlos en grandes cantidades, lo que nos lleva a que nos enfermen.
Doctora, ¿y cómo está la vara de Chile? ¿Cómo está la regulación en torno a los alimentos ultraprocesados? ¿Existe una buena medición? Porque, claro, tenemos los productos llenos de sello, yo no sé si eso alcanza con ese manto que para uno le parece como que es bastante robusto porque se ven varios productos con algún tipo de sello o falta todavía más regulación para los alimentos ultraprocesados.
Lo que nosotros vemos en nuestros estudios es que estos sellos, que en el fondo lo que cubren son los nutrientes que nos hacen mal, que son las grasas, las azúcares, la sal, son alrededor de dos tercios de todos los alimentos ultraprocesados.
Nos están faltando cubrir algunos alimentos, hay avance en este sentido, por ejemplo, con la incorporación de regulaciones que van dirigidas a los edulcorantes no nutritivos, ese es un buen avance.
Y, finalmente, debiéramos cubrir también algunos otros alimentos que tienen aditivos que los hacen ultraprocesados.
Chile va en buen camino.
En esta serie lo muestran como un ejemplo de hacia dónde tenemos que ir.
Y lo que deberíamos seguir haciendo es incorporando cada vez más alimentos a estas regulaciones.
Ya, ahora, el tema de los sellos llegó para aportar, digamos, pero no sé si alcanza, Camila, a reflejar exactamente lo que estamos comiendo.
entienda si estamos frente a un ultraprocesado o no.
De hecho, parte de las conclusiones de este estudio es que los países debiesen entender a tener mejores políticas y distintos rotulados que nos den cuenta de que un alimento es un ultraprocesado y que podamos tomar conciencia de aquello.
¿Qué se debería rotular o mientras no existe ese rótulo? Por ejemplo, no sé, la cantidad de ingredientes que tiene un producto nos puede dar cuenta de qué tan procesado está que podríamos hacer para elegir productos que sean mejor entre uno y más o menos procesado.
La verdad es que, como decíamos, los sellos de nutrientes cubren alrededor de dos tercios de los ultraprocesados.
Si en Chile pusiéramos un sello, como se puso en Colombia, como se puso en México, que alertara, por ejemplo, de que un alimento tiene edulcorantes no nutritivos, cubriríamos 85 % de los alimentos ultraprocesados.
Así que la verdad es que en Chile lo que debiéramos hacer es hoy día avanzar a regulaciones que cubren los edulcorantes no calóricos.
Perdón, es que me quiero, perdón, Davor, me quiero quedar un poco con el tema de la cantidad de los ingredientes porque he visto muchos nutricionistas sobre todo que dicen que mientras menos ingredientes tienen los alimentos que comemos, procesados por cierto, son menos insanos para no decir sanos, ¿no? Eso es así porque hoy día además es una herramienta de marketing.
Muchos, no sé, yogurt, dice, sólo cinco ingredientes.
Entonces uno dice este que tiene cinco y al otro lo doy vuelta.
Tiene veinte, debe ser mejor que el que tiene veinte.
Pero a veces ese yogurt tiene un sello, no sé, alto en azúcar pero tiene menos ingredientes.
¿Cómo uno puede saber cuándo en definitiva es mejor un producto que otro? Es súper confuso para los usuarios.
Es confuso y por eso que lo que nosotros recomendamos es que lo mínimo es que tengamos información de lo que estamos comiendo, ¿cierto? El tema de cuántos ingredientes es importante pero más importante qué tipo de ingredientes.
Esa es la realidad.
Nosotros podemos diseñar sellos que alerten de los alimentos ultra procesados y decirle a las personas.
Pero la verdad, voy a insistir, en Chile si nosotros agregamos un sello de dulcorantes no calóricos, las personas estarían escogiendo, efectivamente, si escogen alimentos que no llevan sellos, alimentos que en su gran mayoría serían no ultra procesados.
Así que no es tan hay otros países que sí están discutiendo directamente el establecer un sello de alimentos ultra procesados.
Pero en Chile, como tenemos este avance, podríamos hacer esta modificación pequeña y con eso la verdad es que la población tendría bastante información de qué es saludable y qué no.
Doctora, ¿y qué le pasa al organismo con los ultra procesados? Usted decía que da adicción, que se parece mucho al tabaquismo, que uno se come las papas fritas y quiere terminarse el envase.
¿Pero qué le pasa al organismo? Esto puede afectar el crecimiento, puede gatillar la presión de algunas enfermedades básicas, la diabetes, la hipertensión, va por ese camino, cáncer quizás también.
Sí, bueno, lo que nosotros mostramos en las series es que se asocia con dos enfermedades que van desde obesidad, presión alta, diabetes, hasta síntomas de depresión, problemas renales, problemas gastrointestinales y eso termina en que en verdad hoy día sabemos que son un factor de riesgo de muerte más temprana, más prematura.
Ya, y usted siente que se le está tomando el peso a esto porque así como en el tabaquismo se ha avanzado y se ha subido los precios, por ejemplo, se aplicó una ley de fumadores, antes uno fumaba, veía gente fumando arriba del avión, digamos, hoy día eso no existe, se desnaturalizó.
¿Se está haciendo lo mismo con los alimentos ultra procesados o en esto falta y están demasiado incorporados y naturalizados? Y hay una industria también que me imagino empuja para que lo sigamos consumiendo.
Sí, por lo que lo que las series salen a alertar es justamente eso, que tenemos que desnaturalizar, que por mucho tiempo creímos que estos alimentos podían resolver una serie de temas y hoy día lamentablemente estamos viendo que nos enferman, que nos matan, que nos cuestan al final recursos a los países porque las personas se tienen que atender más en los consultorios y que por lo tanto tenemos que dar una vuelta atrás, tenemos que darnos cuenta que esto no es una buena forma de alimentarnos y que efectivamente esto debiera estar en el centro de la discusión de salud que tenemos.
En Chile la mala alimentación es la principal causa de muerte y enfermedad de los chilenos y las chilenas.
Doctora, ¿y para dónde mirar? ¿Cuál es la ruta? Porque uno mira los antecedentes que aparecen publicados en este mismo estudio de la revista Lancet y hay otros países que uno mira como modelo en muchas cosas que también tienen este problema, Gran Bretaña, España, México, para qué decir Estados Unidos.
¿Hay alguno que tenga un manual de buenas prácticas que haya que le haya podido colocar con todos los alimentos ultra procesados o estamos toda la sociedad, todo el planeta enfrentado a lo mismo? La verdad es que el país que aparece como ejemplo somos nosotros.
¿En serio? Hay un caso que escribimos en que mostramos que lo que se ha hecho en relación al rotulado pero también en relación a las restricciones de publicidad de estos alimentos, de las protecciones en los colegios y las escuelas, es la forma de avanzar y lo que estamos sugiriendo es que a esas medidas hay que agregarles otras, cierto, que también aquí en este país se están discutiendo, la publicidad de alimentos para niños y niñas en medios digitales es algo que tenemos que avanzar en regular, tenemos que proteger a los niños y niñas alrededor de las escuelas, tenemos que, como dicen ustedes, desnaturalizar el consumo de ciertos alimentos y dejarlos para algunas ocasiones, pero no para que sean nuestra forma principal de alimentación.
Así que la verdad es que hay que mirar, como decimos nosotros, al sur global, son países como Chile, como Argentina, como México los que estamos haciendo avance y yo estoy optimista que vamos a seguir siendo nosotros los que vamos a marcar ese camino.
Ahora, yo me imagino que también el diagnóstico de por qué consumimos tanto estos alimentos es relevante porque hay mucha gente que dice que vive muy apurada, o sea, hoy día aspirar, como era antes, a que la mamá haga el tarquicán, para que los niños almuercen, etcétera, es difícil.
¿Para qué decir el tema de las colaciones donde siempre va a ser más fácil poner un paquete de galletas que hacer algo, no sé, de la galleta de avena en la casa? Mucha gente no tiene tiempo, pero además, Camila, tengo la impresión de que mucha gente ve que elegir productos que no los haga uno en la casa, sino que los pueda comprar más saludables son mucho más caros.
Basta ver la gente que, no sé, que tiene que comer sin gluten, que tiene que comer.
Toda esa gente se gasta mucha plata en alimentos, versus estos otros que son los más baratos.
Entonces, en una sociedad que evidentemente le cuesta llegar a fin de mes, según todos los estudios, los ultra procesados toman ventaja, ¿no? De todas maneras, Carla, y yo creo que además reconocer, porque somos mujeres que trabajamos, que además nos pone una carga adicional a las mujeres.
Por eso que nosotros destacamos muy claramente que esta transformación requiere que repensemos las responsabilidades que tenemos en alimentar a los niños y niñas quienes las toman, que repensemos cómo damos acceso a alimentos que sean convenientes, que sean de rápida preparación, que sean rápidos de calentar y que sean naturales.
Yo creo que ahí hay un desafío para los amigos que se dedican a las ciencias de los alimentos porque tenemos que generar opciones.
Hay alternativas entre medio.
Creo que los programas, por ejemplo, que entregan alimentos a poblaciones vulnerables debieran basarse en alimentos naturales y esos son cambios que podemos empezar a implementar desde ahora.
Quería hacerle dos preguntas en torno al tema, Camila, uno con el lobby.
Hay mucho lobby de las industrias, de las transnacionales que se dedican a los alimentos ultra procesados, eso por un lado, y lo otro, ¿qué pasa con los supermercados? ¿Debería haber más restricciones para colocar estos alimentos en las góndolas, quizás arrinconarlos, ponerlos en una zona donde uno entre y sepa que está en un lugar medio prohibido? Bueno, efectivamente en dónde ubicar estos alimentos tenemos poca evidencia de intervenciones de ese tipo con alimentos, pero sí bastante que viene del ámbito, por ejemplo, del alcohol, en que ese tipo de intervenciones funcionan.
Funcionan muy bien si es que son sectorizados el grupo de alimentos y además si ponemos un nivel de cuánto se puede vender de ese tipo de alimentos en ciertos lugares de supermercado o tiendas de conveniencia.
Sobre la industria, nosotros en la revisión que hacemos encontramos que la industria de alimentos financia más de 250 grupos de interés a través del mundo, a través de los cuales en el fondo ejercen influencia en las políticas que terminamos implementando.
Entonces ahí es como lo que uno diría conflicto interés, ¿cierto? Si en el fondo yo vendo bebidas y papas fritas y ramitas, y está difícil que si participo en decidir qué políticas hacer, vaya a estar a favor de por supuesto regular y disminuir la venta de estos alimentos.
Doctora como esto es como un poquitito David contra Goliath y vamos a ver hasta qué punto las políticas públicas se pueden poner a tono y esto se puede regular más.
Un poco pensando en hacer como didáctica la entrevista y ayudar a quienes nos ven en la casa y a nosotros mismos.
¿A qué alimentos ultraprocesados uno debiese hacerle el quite sí o sí? ¿Cuáles como esos alimentos que uno dice sabes que esto es veneno, no lo comas? O los ingredientes que uno debiese mirar detrás de una etiqueta que cada día lo hacemos más y tratamos de entender aunque cuesta mucho a los que uno debiese decir si tiene esto sabes que pasa de largo porque este alimento no es alimento finalmente.
Bueno yo yo voy a volver a contestar creo que en Chile tenemos los sellos si yo tuviera hoy día que decir algo sencillo y rápido yo diría que evitemos los alimentos que tienen sellos mientras sellos mejor y si son naturales, ideal.
Pero no hay un listado encabezado por las papas fritas, ¿no? Yo creo que de nuevo los alimentos que tienen tres sellos y no sé, yo creo que a ustedes les pasa, yo tengo hijas, mis hijas entienden muy claro cuando ven un alimento con cuatro sellos, tres sellos, que ese alimento, pucha, es un alimento que deberíamos consumir muy ocasionalmente.
Lo que me pasa es que es muy raro porque hay papas fritas que tienen un solo sello, que dicen alto en grasas, por ejemplo, y no tienen un alto en sal y son sal con papa.
Entonces uno dice, realmente los sellos están dando cuenta de un alimento que es eventualmente menos insano o le falta algo a la política o hay empresas y marcas que se pasan por arriba la normativa, digamos, porque yo no me puedo explicar que las papas fritas no tengan un sello que digan alto en sal, en sodio en este caso.
La verdad es que lo que nosotros hemos analizado en el INTA de la Chile es que el cumplimiento de la regulación de sellos es muy buena, la verdad es que se usan bien los sellos, creo que ha habido una transformación también en el contenido de los nutrientes de los alimentos, es suficiente, por supuesto que no, yo dije que si se cubre dos tercios de los alimentos que no queremos que las personas consuman, debiéramos avanzar, pero debemos hacerlo de una forma que sea sencilla, ¿cierto? Como que empezar a leer miles de ingredientes detrás es algo que le cuesta a la población, uno no tiene tiempo para hacer eso, por eso que mi sugerencia es que debiéramos avanzar hoy en agregarle esos sellos, este sello, por ejemplo, de dulcorante no nutritivo y no vamos a estar en la perfección, pero vamos a estar bien cerca de cubrir nosotros decimos alrededor del 85 % de los alimentos ultraprocesados.
Doctora Camila Corvalán, profesora del INTA de la Universidad de Chile, muchas gracias por esta entrevista, ojalá ayude para crear mayor conciencia en torno a este tema, gracias.
Gracias.
Gracias a ustedes.
Buen día.