Volvemos con Élise para conversar sobre este tema que es realmente apasionante.
Les quiero contar que durante la pausa ellos no podían parar de hablar y se pedían estudios y se cruzaban cosas porque estamos en este momento que es efervescente.
Yo creo que esa es la mejor palabra.
Y les quiero meter otro ingrediente en esta conversación.
El Informe de Empleo del Futuro 2025 del Foro Económico Mundial proyecta que para 2030 la adopción de tecnologías como la inteligencia artificial va a crear 170 millones de nuevos empleos en el mundo, compensando la desaparición de lo que ellos estiman serán 92 millones de empleos que se eliminarán, dejando al final un vuelto a favor de 78 millones de nuevos empleos.
Dejo ahí sobre la mesa eso para seguir con esta línea de cuáles son las cosas que, nosotros deberíamos estar a escala individual mirando para poder estar a tiempo del cambio.
Porque si esperamos que alguien nos diga hacia dónde hay que cambiar, muchas empresas ni siquiera hablan de este tema.
Entonces, ¿cómo perciben ustedes que está el ecosistema en esta materia? Yo creo que las organizaciones lo están hablando mucho.
Todas saben, todas las empresas que yo tengo cerca, con las que trabajamos, todas saben que tienen que sumarse al carro.
No siempre saben cómo hacerlo.
Y creo que ahí es algo que ha salido implícito.
Es muy importante tener arriba de la mesa que esto es una cosa la existencia de la herramienta y la segunda es la implementación de la herramienta.
Que la gente efectivamente la use.
Porque lo que yo veo mucho en las organizaciones y en las personas es que las herramientas existen y podemos tener herramientas fantásticas, pero si quieres no abandonas ahí porque no la usas.
Totalmente de acuerdo.
Ahí con cada empresa con la que hablábamos dicen, bueno, ¿cómo me subo al carro de inteligencia artificial? Ya compré todas las licencias y no la están usando.
Y desde ahí yo creo que hay como dos puntas que tenemos bien comprobadas.
Una cosa es que con el Centro Nacional de Inteligencia Artificial, hicimos un experimento de formar ejecutivos en inteligencia artificial en su adopción estratégica.
Y están empezando a salir los resultados y lo que se ve es mucho más inversión, mucho más adopción.
Así que hay una capa en los líderes de que entiendan cómo esto se integra.
O sea, hay que formar ejecutivos para poder hacer la transformación.
Sin duda.
Y en la otra punta, vuelvo al punto anterior de que esto automatiza tareas y desde ahí cómo salimos de eso.
Y ahí nos faltan muchos datos.
Y lo que tenemos que trabajar dentro de las empresas es que ellos repiensen su área de recursos humanos para que entiendan cada posición de sus tareas y habilidades.
Qué se puede acelerar, qué se puede automatizar, qué es lo que queda, cómo cambiar la organización.
Y esa transformación en las dos puntas es necesaria.
Claro, y esa apertura de bata igual es nerviosa.
O sea, que tú hagas como trabajador, no sé, tu evaluación de desempeño, ese análisis, igual es una cosa, ¿no? Sí, yo creo que ahí efectivamente hay desconocimiento también de cómo hacerlo.
Yo creo que se ve en muchas empresas, estoy pensando en un porcentaje muy importante de pequeñas y medianas empresas, que están muy fuera de esta conversación.
No en la parte tal vez de la preocupación, es del cómo hacerlo, como hemos compartido acá.
Y creo que ahí hay que generar herramientas que permitan poder incorporarlo dentro de su propia dinámica y la discusión.
O sea, por ejemplo, las empresas tienen comités bipartitos de capacitación, tienen los espacios de recursos humanos, tienen recursos para poder capacitarse, en este caso certificarse con nosotros.
Entonces, creo que se generan conversaciones en las cuales es importante, es importante ir, salir de la preocupación y vincularse al hacer.
Y ahí tenemos algo, yo creo que muy en común, que es reforzar lo sectorial y la colaboración público -privada, porque las pequeñas empresas no pueden resolver esto solas, pero sí un sector, el sector de alimentos, el sector de manufactura avanzada, pueden entregar información, datos que luego son útiles para las pequeñas empresas.
Entonces, bueno, reforzar lo sectorial para llegar a las pequeñas empresas es una buena opción.
Hay un tema bien relevante.
Nosotros con este año implementado, implementamos 20 mesas sectoriales, por sector productivo, a través de la modificación legal que tuvimos en Chile Valora.
Y hoy día, de hecho, en un rato más inauguramos una de las últimas, que es la de servicio financiero, que es un cambio tremendo.
Los bancos, cómo han funcionado las cajas, etcétera.
Y eso también nosotros tenemos la ventaja de Chile Valora, que esta conversación tripartita se genera desde la industria.
Y eso permite, lo que tú dices, Juan Eduardo, el poder mirar desde los propios actores las necesidades, las competencias que están requiriendo, los equipos de recursos humanos, poder incorporar también a la academia, porque la academia está haciendo estudios, los sectores productivos están haciendo estudios.
Entonces, creo que hoy día esta convergencia es súper relevante para poder poner tiempos, para poder tener metas, para poder decir, ¿sabes qué? En este sector estamos partiendo, en este sector estamos en un sector intermedio.
Y hoy día incorporar y converger estas capacidades técnicas y humanas, porque efectivamente los cambios tecnológicos llevan también competencias humanas transversales, que son otras.
Quisiera agregar dos elementos más.
Intel Digital hizo...
un estudio sobre apropiación de herramientas tecnológicas de inteligencia artificial en todos los tamaños de las empresas.
Efectivamente, hay más en las empresas más grandes, nada en la PyME.
Pero, en general, el uso es muy bajo.
Y el uso como que no se sabe bien para qué.
Y ahí hay una, como, ¿en qué lo uso más allá de decirle, como, búscame el documento? Ya, no saben bien los trabajadores, ¿no? Este es un estudio a nivel de trabajadores.
Pero una cosa es como usar el documento, que muchas empresas están preocupadas de eso, como de, ¿cómo uso esta herramienta? Pero otra cosa es si las empresas están, está existiendo una conversación sobre, ya sabemos que esta pega, esta tarea, ya no la van a hacer personas.
Y, por lo tanto, estas son las nuevas tareas que necesitamos.
Son dos conversaciones.
Una cosa es, ¿cómo uso la herramienta? Y otra cosa es, ¿cómo transformo el trabajo dentro de mi propia industria? ¿Qué piensan de eso? No, yo creo que eso no está muy incorporado.
Creo que hay como, yo hablo, ahí sí que incorporaría de nuevo el concepto del temor, el temor a tener esta discusión adentro.
Creo que las grandes empresas sí, porque tú tienes conversaciones transnacionales, tienes empresas que tienen, son multinacionales, por ejemplo, donde estos temas están siendo abordados de una manera sistémica.
Creo que hay sectores productivos que ha sido más difícil, lo ven como un problema, lo ven como un tema de futuro, pero es difícil ver cómo abordarlo.
Creo que ahí nosotros podemos hacer una sinergia relevante entre el mundo público y privado, academia, para poder avanzar en eso.
¿A riesgo de ser estrellado? La ventaja de la conversación sectorial, en vez de la conversión de cada empresa, es que no le pongo el problema en el trabajador que yo tengo al frente y por tanto, ¿qué va a pasar con él? Sino en cómo nos transformamos en una unidad un poquito más grande.
Y de ahí se pueden hacer reflexiones de más largo plazo.
A mí una cosa que me preocupa es que estamos como mirando la reflexión siempre hacia atrás y hoy día tenemos a los agentes a la vuelta de la esquina, esa es una transformación que viene.
Esa transformación, si yo la llevo a una empresa, claro, va a producir mucho miedo, por lo que decíamos antes, lo que se puede perder, no es evidente lo que se va a ganar, que va a ser mucho también.
Cuando esa conversación se lleva a nivel sectorial, las oportunidades aparecen más claramente, hay menos riesgo, hay menos miedo, y de ahí se puede aprender y bajar.
Claro, es decir, yo creo que la palabra bajada es fundamental, porque es fundamental a nivel de trabajador, de oiga, aquí tiene un software nuevo, ¿sabes? Que ya no lo metan en el papel, métalo aquí.
Y el trabajador dice, ah, y también, ¿cómo lo bajáis? Cuando lo estás pensando en esta pyme, en esta pyme pequeña, que entiende qué es el acuerdo o cuáles son los desafíos y las ganancias a nivel sectorial, pero ¿cómo la bajáis también? Aquí hay un tema de, no solamente de tener algoritmos maravillosos y recolección de datos fantásticas que te permitan tener herramientas fantásticas, hay un tema de comunicación, que nosotros lo llamamos implementación, pero es de cómo llegar a que de toda esta mesa creativa baje que efectivamente la gente en el día a día termine usando las herramientas.
Y eso es harina de otro costal, es una sinergia entre el desarrollo de la tecnología y el factor humano de entender que aquí hay gente que va a usar la tecnología, y la gente tiene sus limitaciones, y de nuevo, de comunicación, de flujo de información, de adopción de la información, etcétera, etcétera.
Entonces, esta cuestión tiene que haber mucha gente conversando, no solamente el desarrollo de herramientas.
Y conversar no es lo que se nos da más fácil últimamente.
Si ahora que te cago, otro factor en este, otra parte de este estudio planteaba que las empresas que no han hecho ni una pega en la digitalización de los procesos, la brecha de la que tú hablabas al inicio es una montaña.
Y entonces, la brecha de la desigualdad.
Lo planteo porque sectorialmente, incluso en esta, cuando se presentó este estudio, se hablaba de la responsabilidad que tienen las grandes empresas para con sus proveedores más pymes, de también hacerlos entrar como por añadidura, porque esa ruta, esa traza, les va a llegar tarde o temprano, son sus proveedores, ¿no? Pero ¿cómo hacemos con el muerto que va quedando en el camino de la desigualdad, que es uno que parece no resolverlo? Yo creo que hay intención.
El Estado.
El Estado.
Aquí no hay...
Porque para que este estudio que tú estabas nombrando antes, para que se materialice eso de que el efecto positivo de aumentación, de hacerlo más productivo, efectivamente supere lo que se está perdiendo, tiene que haber una intención explícita de que las herramientas que se crean sean efectivamente aumentativas y no de disminución de costos para cortar a un trabajador más y ir disminuyendo la planilla.
Que la tentación es grande.
Que es grande.
Yo creo que está ahí.
Sí, sí.
Yo ahí comparto...
Con Rosario, o sea, creo que hoy día...
O sea, aquí es clave, claramente, las empresas están incorporando tecnología.
Eso es necesario.
Genera competitividad, genera disminución de gasto y más inversión, obviamente, pero las personas...
Pero hoy día nosotros, desde el Estado, y lo planteo así desde...
Nosotros, el rol de Chile Valora ha sido estar mirando eso, mirar cómo aportamos a la empleabilidad, cómo aportamos a la productividad y aportamos a la competitividad a las empresas a partir de generar competencias y certificar estas competencias a los trabajadores que les permita tener un futuro.
Y tener certeza la industria.
permite tener certeza los trabajadores también, que están bien preparados para enfrentar los desafíos del mundo que viene.
Y creo que hemos ido avanzando en esos temas, estamos desde el año, les conté con Data Center, que es un tema que es nuevo, que Chile va a tener una tremenda inversión en esto, como en hidrógeno verde, ahora eso uno puede pensar a varios años, pero eso también genera antes instalación, producción, construcción de plantas, etc.
Y esa construcción también genera empleo, entonces que es un poco el foco de nuestro trabajo.
Y esa conversación, vuelvo a insistir, es con los actores, es con los trabajadores, es con los empleadores, es con el Estado.
Totalmente de acuerdo.
Ahora, Navinae me hace carlo optimista, esas empresas que están más atrás, podemos jugar a todo eso, pero esas empresas que están más atrás en digitalización con inteligencia artificial pueden hacer su recorrido mucho más rápido, pueden hacer un salto muy importante.
Y ahí mi preocupación es, de nuevo, por las personas que están en esa transformación más rápida esta vez.
Tengo la impresión de que con la inteligencia artificial la frecuencia de formación es mayor, la cantidad de personas que requieren formación es mayor y la cantidad de personas que formamos y capacitamos en Chile está muy lejos todavía de las metas de la Unión Europea, de lo que son los países desarrollados.
Y tenemos un problema que es más de economía política.
Nos gusta decir que nuestro sistema de capacitación está muy malo y por tanto no invertimos en él, pero por otro lado estas transformaciones requieren mucha inversión en capacitación.
Entonces, ¿cómo salimos de ese ciclo? Y aumentamos los presupuestos, en certificación de competencia, en capacitación.
Quisiera ponerle un caso, y es un caso que además hemos visto harto en las noticias.
La Sociedad Chilena de Autores e Intérpretes Musicales, SCD, realizó el primer Congreso de Inteligencia Artificial, Derechos y Creación.
Esta iniciativa pone el foco en la creatividad, presente la actualidad, la posibilidad de que la inteligencia no humana pueda ser autora.
Eso no es una posibilidad, es una realidad.
Ya lo estamos viendo.
Ha habido subvenciones, subastas, por ejemplo, de cuadros hechos por Inteligencia Artificial.
Los desafíos legislativos para poder resguardar lo humano frente a la Inteligencia Artificial, las canciones del futuro, fueron algunos de los asuntos.
Esta es una industria que además todas las industrias creativas han levantado unas alertas y unas alarmas y unas protestas, en el caso de los guionistas, por ejemplo, en Hollywood, gigante.
Para estos lugares que pensábamos que era el rincón seguro de la inteligencia artificial, que era el rincón seguro de la humana, ¿qué hay? Complementariedad de nuevo.
Aprovechar lo que ahora, si antes escribías un guión uno al año, ahora vas a escribir tres al año, gracias a que vas a tener un coautor o alguien que te ayude en ese proceso creativo, no verlo como una amenaza.
¿Qué te estabas pensando tú, Gina? Sí, no, yo estaba pensando también, estaba pensando en un perfil que levantamos el año pasado con el Ministerio de Ciencia y con todas las muchas empresas tecnológicas en Chile que están trabajando en la creación de un perfil que es el auditor de ética.
Creo que también ahí hay un elemento bien relevante porque esto puede generar, obviamente va a generar una creatividad que no tiene límites, sin lugar a dudas, pero creo que hay un factor ahí que pone, que es como un límite que tiene que ver hasta dónde tú avanzas y también generas como relaciones éticas de trabajo y tiene que ver tal vez con incorporar la mirada de las personas en poder hacer cambios legislativos que garantizan la creación de un perfil que no tiene límites.
Pero también, como tú generas oportunidades de apertura, de poder mirar esto y conversar con otros países, conversar con otra tecnología, estaba pensando incluso en la industria creativa, Chile tiene hoy día un potencial importante en la economía creativa, en la economía naranja que le llaman, y eso ha abierto un mundo también de oportunidades a los jóvenes, pero eso también tiene legislación y tiene cierta ética que tiene que resguardarse.
Claro, ¿la ética? Que no es lo que triunfa mucho en estos tiempos.
Quiero ver tu versión positiva de esta historia, Eduardo.
Sin duda, pero va a requerir esfuerzo.
¿Cuál es el esfuerzo? Estos algoritmos tenemos que lograr entrenarlos con lo propio.
Entonces quizás le falta cueca, quizás le falta más de lo nuestro para que esta industria creativa no homologue más allá de la cuenta.
El uso de la inteligencia artificial, evidentemente, porque es probabilística, va en aquello en donde lo que hay más en los sets de datos.
Entonces hay mucho que hacer por tener nuestros propios datos, por tener nuestra propia cultura inmersa en la inteligencia artificial.
Si eso sale, estoy contigo, de que podemos crear más, hacerlo más rápido, nos me va a sacar el optimista.
Muy bien.
Oye, tenemos que ir al siguiente bloque, pero nos quedamos acá con hartas preguntas importantes.
¿Cómo reducimos brechas en vez de aumentarlas? ¿Cómo protegemos éticamente los valores supremos? Que nos está haciendo fácil hoy.
Y lo planteo porque creo que la ética está quedándose bien debajo de la alfombra, sobre todo frente a la velocidad.
Pero vamos a volver con este cuarto bloque de Elisa.