Y por eso paso rápidamente a presentar a quienes nos acompañan hoy en Élise.
Rosario Macera, académica de la Facultad de Economía UC.
Muchas gracias por estar aquí.
Gracias a ti, Paloma.
Jimena Rivillo, directora ejecutiva de Chile Valora.
Muchas gracias por estar aquí.
Hola, Paloma.
¿Qué tal? Y Juan Eduardo Karmach, director de Desarrollo de Futuro del Trabajo, Sofofa Capital Humano.
Bienvenido.
Muchas gracias por la invitación, Paloma.
Gracias a los tres por estar aquí porque, como decía, yo creo que no hay mesa.
De oficina, en la casa, en la micro, donde nos esté hablando un poco de esto cada vez más, que es la gran pregunta en torno al futuro del trabajo.
Y por eso los quiero invitar primero a jugar para que entremos en tono.
Nuestro juego consiste en que yo les voy a dar una serie de conceptos y la idea es que ustedes elijan ese que, desde el cual ustedes quieren mirar los desafíos que está planteando hoy día la transformación del planeta en torno a la inteligencia artificial y el trabajo.
Los conceptos son, y revísenlos ustedes en esa pantalla, digitalización, creatividad, automatización, empleabilidad, cesantía, productividad, reconversión, análisis.
Voy a partir contigo, Rosario.
¿Cuál es tu concepto? Puedo escoger los ocho.
No, idealmente uno.
Creo que escogería productividad.
¿Por qué productividad? Productividad en compás a todo hacia abajo.
Básicamente digitalización, automatización, cesantía, etc.
Todo converge en esta idea de cómo generamos trabajadores y economías más productivas.
Es el paraguas de todos los otros, básicamente.
Con eso me quedo.
Jimena, ¿cuál es el tuyo? Yo me quedaría con reconversión.
Pensando principalmente que la reconversión hoy día es lo que asusta.
Porque hay que mirar el mundo distinto.
Y reconversión.
Para el trabajo, para la empleabilidad, reconversión para la productividad, reconversión para la digitalización.
Ese es mi concepto.
¿Cuál sería el tuyo, Juan Eduardo? Era productividad y después reconversión.
Y ahora te estás adaptando.
Así que me voy a quedar con creatividad.
Porque tengo la impresión de que estos desafíos van a requerir cambiar y mover un montón de moldes.
Entonces, desde la política pública, desde la empresa, vamos a necesitar ir más allá de lo que hacemos hoy día.
Y eso va a requerir mucha creatividad.
Que no es muy usual en esta respuesta.
O sea, los problemas grandes del país.
Me parece muy interesante la selección que acaban de hacer.
Porque hay algo que está en la cuna de los tres conceptos.
Y es que sí o sí nos toca cambiar.
Y como sabemos, los humanos somos malos para cambiar.
En parte porque hemos tenido un ritmo de cambio en la evolución que siempre ha sido mucho más lento que lo que nos está tocando hoy.
Y además porque nos hemos identificado mucho con ese lugar abrigado.
De lo que ya sabíamos hacer, donde solíamos vivir, lo conocido.
Es muy humano todo esto.
Y por lo tanto nos toca evolucionar lo humano.
¿Qué tan preparados estamos para cambiar? Yo creo que es el desafío.
Tienes toda la razón.
De hecho, mi segunda era creatividad.
Porque efectivamente el desafío, tal como dices tú, la evidencia.
Hay un premio Nobel, Daniel Kahneman, que es nuestro padre de lo que nosotros llamamos la fusión entre la economía y la psicología.
Él se ganó el Nobel por documentación.
Y él se ganó el Nobel por documentar, algo que ya estaba dicho, desde Freud hacia atrás.
Pero la idea de lo que se llama la versión a la pérdida, que básicamente el cerebro, cognitivamente, los seres humanos estamos programados, de nuevo cerebralmente, para ser más sensibles a la pérdida que a la ganancia.
Entonces eso nos hace rígidos al cambio.
Así que efectivamente, y por eso creatividad es tan importante.
Porque aquí viene toda esta ola de cambios y de transformaciones maravillosas con un cerro de potencial.
Pero si no somos capaces de efectivamente cambiar e implementarla.
Y ahí viene un desafío.
Un desafío gigante.
Y hay otra cosa que se desgrana de lo que estamos diciendo y es que vamos a tener que votar algo que sabemos para recoger algo nuevo e integrarlo a nuestros conocimientos, algo que tampoco es tan fácil.
Ahí está la rigidez, si no tuvieras que votar nada no hay pérdida, la rigidez está en que lamentablemente no ves solo la ganancia, ves la pérdida y dejar ir lo que ya tienes.
No sé ustedes qué les pasa con eso.
No, de todas maneras, creo que aquí pasa que muchas veces las personas no se ven en la transformación y aquí hay algo que nosotros hacemos varias veces que es pedirle a las personas que ellos nos digan sus habilidades y en base a esas habilidades muchas veces nosotros podemos decirles dónde ellos calzan en la transformación.
Y lo que hemos visto en la experiencia con trabajadores de todo tipo es que cuando las personas son capaces de entender cuáles de sus habilidades, y esto tiene que ir con reconversión, sirven en las siguientes posiciones, en lo que viene de futuro.
La responsabilidad.
La asistencia, el cambio baja, la ansiedad viaja y se sienten mucho más valorados porque vienen con algo que aportar a este nuevo espacio, a esta nueva transformación.
Así que creo que es una variable clave para enfrentar la transformación que logremos entender bien con qué vienen las personas y cómo eso calza con lo que viene en el futuro.
Qué bonito punto, porque además somos bien malos para reconocer nuestras virtudes, depende del perfil personal, pero en general somos bien autocríticos, en particular en Chile, autocríticos, como tenemos una autoestima baja, no sé cómo plantearlo, en términos más culturales, nacionales, y por lo tanto reconocer lo que sí tengo es súper valioso.
Todos nos acercamos a la transformación con un inventario, un inventario que tiene habilidades, que tiene experiencias educativas, experiencias laborales, y muchas veces pasa en las personas que parecen estar más afectadas con la transformación que les cuesta ver su inventario.
Y cuando ponen ese inventario al servicio de transformación, de nuevo, baja mucho la resistencia.
Jimena, sí.
Mira, yo me sumo un poco.
Yo me sumo un poco con lo que dice Juan Eduardo, porque, claro, todos venimos con un marco de creencia, y en el coaching eso es muy irrelevante.
Y nos instalamos, yo diría, también con un propósito trascendente para poder impulsar los cambios y acompañar esos cambios.
En el caso nuestro, el diálogo social ha sido una forma de vincular estos mundos que tienen miedo, que están asustados.
Los trabajadores están asustados de los cambios, las personas están asustadas, los empresarios están asustados también, porque cómo estos trabajadores se van a incorporar, por ejemplo, en un mundo cambiante, y qué es necesario cambiar.
Y transformar, y digitalizar, y automatizar.
Entonces, creo que en ese contexto hay formas, hay propósitos comunes que tienen que estar instalados en la conversación.
Vamos a hablar exactamente de eso en nuestra mesa, y por eso los quiero invitar a caminar ahí para tener esta conversación en profundidad.