Las ventajas y desafíos de ingresar o regresar a pregrado después de los 25

EL MERCURIO (A) - CHILE - EDUCACION - 15/12/2025 0:00:00


Tema: Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo

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Las ventajas y desafíos de ingresar o regresar a pregrado después de los 25 En Chile, cada vez más personas ingresan a la educación superior a los 25 años, ya sea para iniciar una carrera por primera vez, retomar estudios postergados o reconvertirse profesionalmente en un mercado laboral en constante cambio, explican expertos locales. El fenómeno también ha ganado visibilidad en la cultura popular: en la tercera temporada de la serie argentina de Netflix “Envidiosa”, la protagonista, Vicky, egresa como arquitecta alrededor de los 40 años, tras regresar a retomar sus estudios. Sergio Celis, investigador asociado del Centro de Investigación Avanzada en Educación de la Universidad de Chile, explica que el porcentaje de estudiantes de 25 años o más “ha ido creciendo en los últimos años. (...) En particular, se ha observado un crecimiento en el segmento de estudiantes de 35 años y más, que ha aumentado de manera muy significativa recientemente, llegando a representar entre un 10% y un 15% de la matrícula total, según datos nacionales. Hoy, alrededor de 170.000 estudiantes mayores de 35 años están matriculados en algún programa de pregrado”. Pero ¿cuáles son los beneficios y los desafíos de esta decisión? Según Celis, “un aspecto muy positivo de ingresar a un programa académico a los 25, 30, 35 o más es que suele existir una mayor claridad vocacional. A esa edad, es más probable que las personas tengan un propósito más definido y una idea más concreta de lo que quieren hacer y hacia dónde desean avanzar profesionalmente. XILFTEN (Esto) favorece la motivación, facilita la organización personal y prepara mejor para enfrentar las exigencias académicas”. No obstante, advierte que también existen dificultades. “Dependiendo de la especialidad, algunos programas requieren conocimientos previos que pueden obligar a los estudiantes mayores a repasar o reforzar contenidos básicos para avanzar en sus estudios. Además, ciertas áreas presentan un ritmo académico particularmente intenso, lo que puede resultar desafiante para quienes han estado un tiempo alejados del estudio formal”. Al mismo tiempo, Carlos González, profesor titular de la Facultad de Educación de la Universidad Católica, señala que “posiblemente las personas a edades más avanzadas ya tienen una serie de responsabilidades de las cuales no pueden desligarse; una familia, hijos, responsabilidades económicas, que podrían, eventualmente, complejizar los estudios”. Apoyo y cambios Por ello es clave el apoyo de las instituciones y del entorno cercano, dice Celis. “Es importante comprender las exigencias del mundo académico. Existen períodos de estudio que requieren concentración, silencio, espacios adecuados o instancias de trabajo en equipo con otros estudiantes. Todas las facilidades que la familia pueda ofrecer en esas dimensiones tienen un impacto muy positivo en el bienestar y el desempeño”. Por parte de las universidades e institutos, continúa, “es fundamental conocer a los estudiantes de mayor edad, comprender sus necesidades y ofrecer servicios que se ajusten a sus realidades y demandas. Esto puede traducirse en horarios de atención más flexibles, una mayor disponibilidad de recursos académicos asincrónicos o presenciales y metodologías que aprovechen la experiencia de vida que estos estudiantes aportan”. Esta decisión de ingresar a la educación superior a edades más tardías también implica desafíos al egresar, como con el personaje de Vicky, en “Envidiosa”, a quien le costaba encontrar un trabajo, incluso tras múltiples entrevistas. González explica que es posible que surjan problemas: “Por ejemplo, en las prácticas posiblemente las empresas busquen personas de menor edad, que puedan estar una jornada completa y con menores remuneraciones. Al momento de buscar empleo podrían manifestarse prejuicios por edad, desajustes entre el tipo de trabajo ofrecido y la edad del postulante, y considerarse que la persona mayor podría ser más costosa por una expectativa salarial más alta”. En ese sentido, Celis enfatiza que el mercado laboral también “necesita comprender cómo están cambiando las trayectorias, incluyendo casos en que los grados académicos se obtienen a edades más tardías, como le ocurre a Vicky, la protagonista de ‘Envidiosa’. (...) El mercado laboral y las organizaciones también deben realizar ajustes y aprendizajes para adaptarse a esta nueva realidad, que será cada vez más frecuente: personas que egresan a edades mayores y que buscan reinsertarse, reconvertirse o iniciar nuevas etapas profesionales con un bagaje distinto y valioso”. Autor: ANNA NADOR.