Las historias de esfuerzo del Colegio Bicentenario Louis Pasteur de Traiguén, en plena macrozona sur Trece integrantes de la familia de la abogada Sandra Godoy se han educado en el Colegio Bicentenario Louis Pasteur de Traiguén, a 150 kilómetros de Temuco, en La Araucanía. Ese clan suma 65 años ligado al establecimiento fundado en 1891. Su abuelo, aparte de tesorero del Centro de Padres, fue apoderado y hoy ella lo es de sus dos nietos. Se trata del segundo recinto escolar en el mundo creado por la Alianza Francesa, dado que existía una masiva colonia de ese país en la ciudad. Más allá de la historia, este centro formativo exhibe resultados por sobre el promedio nacional en las pruebas del Sistema de Medición de la Calidad de la Educación (Simce), del Sistema Nacional de Evaluación de Desempeño (SNED) y en el Proceso de Acceso a la Educación Superior (PAES). Además, cada año, unos 300 alumnos quedan en lista de espera. Todo ello, pese a que se trata de un establecimiento particular subvencionado que se ubica en la macrozona sur, en la que rige un estado de excepción desde mayo de 2022, debido a hechos de violencia. Además, Traiguén es una de las 10 comunas más pobres de Chile. Mientras su rector, Jorge Ruff, adjudica los resultados a la alta calificación y continuidad de sus docentes y a las redes de apoyo y a los acuerdos con otras entidades, entre los que se cuentan 22 convenios con instituciones, los apoderados y alumnos coinciden en la alta exigencia y disciplina que caracterizan al proyecto. Lynda Gutiérrez es alumna de 2º medio, ingresó al colegio en prekínder, y este año ganó una beca que le permitió recorrer Francia por ocho días. Dice que lo que más se reconoce del colegio “es la alta exigencia académica”. En esa dirección, recalca que “a mi curso, por ejemplo, le han pedido trabajos que son para nivel de 3º y 4º medio, con el objetivo de prepararnos mejor y que nos vaya bien en la PAES”. Señala que ese reforzamiento da resultados, porque “los egresados sacan altos puntajes”. La estudiante otorga el mayor reconocimiento a los equipos docentes. “Creo que es solamente fruto del trabajo de los profesores, los que han sido bien elegidos por su formación y experiencia. Me han tocado ‘profes’ realmente buenos y tan exigentes que, a veces, uno se lo cuestiona, pero al final se ven los logros”, asegura. Ruff, exalumno y desde hace 7 años rector, menciona que el lema del colegio es “Pasión por enseñar” y que esa máxima “está entrelazada con una buena selección de personal, especialmente docente, el cual, además, está muy comprometido”. 87% de titulados El académico afirma que el promedio de exalumnos que obtiene un título profesional es de 87,6%, principalmente en el área de salud. Pero también hay ingenieros, científicos y abogados. Ruff reconoce que “no es fácil encontrar profesionales que quieran venir a trabajar a un lugar tan remoto como Traiguén”, pero resalta un acuerdo con la U. Bernardo O’Higgins (UBO), para contar con profesores en práctica durante todo el año. Con todo, plantea que el colegio tiene “una baja rotación de sus docentes, con un promedio de 20 años de servicio”. Destaca que de sus 52 profesoRUETSAPSIUOLOIRANETNECIBOIGELOC res, “la mitad lleva más de 30 años y uno cumplió 42” . La única dificultad que ha detectado, revela, “es la incorporación a las nuevas tecnologías” de los docentes con más años de experiencia. El colegio dispone de pantallas interactivas y cada alumno de enseñanza media cuenta con un COLEGIO LOUIS PASTEUR computador y, desde prebásico, con tableta. Sin embargo, dice, ello ha sido subsanado con capacitaciones, certificaciones e incentivos salariales. También cuenta que alrededor de 290 de los 940 alumnos matriculados tienen necesidades especiales. “Y postulan porque les ofrecemos un programa de integración”, detalla. Asimismo, 120 son de origen mapuche y 200 descienden de colonos europeos. Durante 2025, por segundo año consecutivo, el colegio estableció horas electivas de francés y se premió a los mejores estudiantes con viajes a Francia, proyecto apoyado por la UBO. Alain Carrier, director general de Planificación Estratégica de esa universidad, plantea que “ambas instituciones tienen un proyecto de inclusión social. El 80% de los alumnos del colegio posee condición de vulnerabilidad y, en nuestro caso, casi el 90% de los matriculados tiene gratuidad”, expone, y agrega que “por otra parte, compartimos la orientación hacia el francés y la francofonía, lo que nos diferencia de otros proyectos vinculados al uso del inglés. Como UBO integramos una red de más de mil universidades francófonas del mundo”. A ello, se suma que el colegio es parte del plan piloto del Ministerio de Educación para reinstalar el uso de esa lengua en cuatro Servicios Locales de Educación Pública (SLEP) de todo el país. “En lo concreto, nuestra alianza con el Colegio Louis Pasteur incluye enviar a nuestros alumnos de educación a hacer clases, a nuestros académicos a dictar charlas y conferencias y a desarrollar proyectos de investigación y a financiar becas para que los alumnos que estudian francés pasen de la teoría a la práctica y conozcan un mundo donde la cultura es francófona”, argumenta Carrier. ‘‘Aparte de los valores que nos entrega cada profesor , lo que más resalta es la alta exigencia académica. Nos evalúan todo el rato y con esto hemos progresado mucho”. .................................................................. LYNDA GUTIÉRREZ ALUMNA DE II MEDIO COLEGIO LOUIS PASTEUR ‘‘Ya su historia lo dice todo. Este es un colegio que ha funcionado ininterrumpidamente desde hace 134 años. Las familias tenemos cariño, respeto y admiración por el colegio”. ....................................................................... SANDRA GODOY EXALUMNA Y APODERADA Autor: VÍCTOR FUENTES BESOAÍN.