Tema: Prueba Chile
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¿Se pagan los techos en el cultivo de cerezas ?: reportes indican incrementos en productividad de hasta 30% en las plantaciones de cerezas operaron como un seguro que evitó, en algunos casos, pérdidas importantes. Y su uso no solo sirvió para evitar el daño de precipitaciones y heladas, el más conocido, sino que también ayudó en la acumulación de frío y para adelantar la cosecha con la consiguiente mejora en los precios. Así lo plantean investigadores y asesores. "Este año fue muy inestable en primavera. Hubo heladas, lluvias, la última de las cuales, hasta ahora, fue tremenda. También hubo granizo en distintos lugares de la zona central, en el corazón de la producción de cerezas. Entonces los que tenían techos se protegieron y los que no, no pudieron protegerse y sufrieron daños", explica Marlene Ayala, académica de la Facultad de Agronomía y Sistemas Naturales de la PUC, PhD de la Universidad Estatal de Michigan y especialista en Fruticultura y manejo de especies frutales. "Incluso ahora, que estamos en plena cosecha, o hasta en diciembre, podría llover y generar un desastre en la zona central", agrega. Raimundo Cuevas, agrónomo y gerente técnico de Abud y Cía, ratifica la opinión de Ayala. "Hemos tenido una primavera compleja en cuanto a lluvias y heladas y por supuesto tener protegido con techo ayudó a no tener partidura. Tú ves otros campos que no estaban cubiertos y la tuvieron, sobre todo en variedades como Sweet Aryana, Nimba o Santina, que son muy tempranas. También los techos operaron ante las heladas, que fueron entre 0 y -2 grados, por lo que las controlaron bastante bien". En cuanto a protección de eventos, ambos especialistas coinciden en que los techos son eficaces ante inclemencias del clima, y, en el caso de las heladas, operan, pero solo ante aquellas que van entre -1 y -2 grados. En el caso de la lluvia, los techos no solo defienden del impacto directo de la precipitación. "La cereza es tan delicada, que, además del impacto de la lluvia, se puede dañar si la precipitación es fuerte y se acumula en el suelo. Las raíces la pueden absorber rápidamente y como el fruto está creciendo rápido A horas-frio en otoño, lluvias, heladas y hasta granizos en primavera, los techos nte una temporada errática, con pocas CEDIDA se puede partir o tener rajaduras, lo que anula toda posibilidad de comercialización, ni siquiera para la feria, menos para exportación. La gente nunca se va a comer una cereza dañada, partida o con machucones; le gusta una cereza fresca, bonita", explica Ayala. Cosecha temprana Además de la protección, las cubiertas también pueden rentar en un año normal ya que permiten adelantar la cosecha. "Si se invierte en un sistema relativamente cerrado para cubrir la plantación y así aumentar la temperatura en el inicio de la primavera, se puede adelantar la cosecha y caer en una ventana comercial con mejores precios", explica Ayala. "Para ello hay que estudiar bien la variedad y la zona y el tipo de cubierta que se va a implementar. De hacerlo correctamente, las coberturas pueden adelantar la fecha de cosecha entre ocho y catorce días. Con ello se puede llegar al mercado en un momento donde el volumen de producción es menor con menor oferta, alta demanda y, por ende, mejores precios", agrega la académica. "Según la zona, la cosecha se puede adelantar incluso hasta la segunda quincena de octubre, que es lo más temprano que puede salir una cereza, hasta la primera semana de noviembre, con muy buenos precios que luego comienzan a bajar", indica Ayala. Cuevas explica en qué zonas se justifica más la inversión en estos sistemas. "En las tempranas de baja acumulación de frío, porque como la inversión es grande, donde puedo adelantar y tener mejores precios (ver recuadro). Entonces si estoy en una zona temprana y con los techos salgo aún más temprano, tengo un diferencial mayor. En las zonas medias, en cambio, adelantarme una semana no me genera un diferencial mayor", señala. El agrónomo explica que con el efecto invernadero, esto es, con protección por arriba y por los costados, ha conseguido importantes adelantos. "En promedio han sido de siete días en la mayoría de las variedades. Hay que tener cuidado, eso sí, con el manejo de la apertura y los cierres perimetrales, ya que cuando estos se dejan hasta muy tarde, provocan problemas de firmeza", advierte. Horas-frío Cuevas aclara sin embargo que, más allá de hacer frente a las precipitaciones y adelantar la cosecha, este año el mayor beneficio de las coberturas fue otro. "Sirven para hacer sombra en invierno y con ello sumar horasfrío. Yo diría que esta ayuda en la acumulación de frío fue lo que marcó la mayor diferencia en esta temporada, porque este año la horas-frío fueron pobres. Nosotros aplicamos esta técnica y tuvimos floraciones más parejas lo que hizo que alcanzáramos incrementos de productividad de 20%, 30% y más", señala el agrónomo. "Esto nos permitió una cosecha más homogenea y concentrada, y así hacer una sola pasada, a diferencia de otros predios donde han hecho dos o tres", agrega. Cuevas relativiza un resultado que se les atribuye a los techos, el ahorro de agua: "En general no se ve mucho ahorro, porque tienes más vigor dentro de los techos, lo que redunda en un mayor consumo. Esto compensa la leve baja en la demanda de agua dentro de los invernaderos", indica. El viento es una de las amenazas que pueden afectar las estructuras. 29 MIL DÓLARES es el costo por hectárea para invernaderos. Ventas crecen 20% anual Jean Pierre Jacques, gerente general de Fruteck (IG: @fruteck), empresa que comercializa agrotextiles, explica que, si bien los techos en un principio se usaron para proteger las cerezas de la lluvia y las heladas, actualmente su mayor uso es para adelantar la cosecha, aunque un mismo techo sirve para todos estos usos y solo cambia la forma en que se coloca. Según señala, en torno al 90% es de rafia (polietileno) y el resto de plástico. Las ventas, indica, han tenido un incremento en torno a un 20% anual, salvo este año. "Los clientes que más los compran son los que tienen sus producciones en zonas tempranas, porque es donde se paga mejor la cereza". Respecto a la inversión, Jacques explica que la inversión, en el caso de los invernaderos, es de US$29.000 la hectárea y para la lluvia de US$25.000 la hectárea. "Nosotros los instalamos completamente, pero también vendemos el material", señala. Autor: JOAQUÍN RIVEROS.